junio 17, 2010

Así sí baila mi'ja con el señor


Que si el gol del “Chicharito” era fuera de lugar. Que si el penal que cobró Cuauhtémoc nunca existió. Que si Francia no anda en su mejor nivel… nada de eso, nada, me impide hoy poder decir que esa Selección sí me agrada matarile-rile-ron.
Además, si Francia no anda en su mejor momento, es asunto de los franceses y del astrólogo que traen como entrenador. Y si fueron goles ilegales o no, los bleus no están en condiciones de reclamar juego limpio. Llámenle justicia futbolera o llámenle a un irlandés para ver qué opina.
Y ya lo veo venir: “Claro, convenenciera, como hoy sí ganaron, pues ahora sí todo son elogios”…
Por supuesto! No voy a elogiar a quien pierde. Aunque lo haga con decoro. Es más, es lo menos que espero de alguien que pierde, que por lo menos pueda argumentar que peleó hasta el final, aunque eso no le quite la derrota de la frente. 
Y es que, pongámoslo así: Yo no estoy obligada a que me guste el equipo. No porque sea MI selección debo cegarme y festejarle cualquier cantidad de desaciertos. Entendámonos: NO-SON-DE-MI-FAMILIA a quienes uno quiere y perdona por defaul (por lo menos yo a los míos).
Con la Selección no. 
Sí, ese equipo es parte de nosotros. Es una extensión de nuestro país. Pero eso no quiere decir que a chaleco le tenga que perdonar todo, y mucho menos elogiarlos cuando pierden. Puedo seguir poniéndome la camisa verde y puedo, como lo hago, seguir deseando que gane, pero de eso a que me guste cuando pierde, pues hay un abismo.
Y no me gusta cuando pierde, precisamente porque sé que puede dar más. Si yo supiera que nuestro tope es sólo pasar la fase de grupos o sólo llegar al mentado quinto partido o estar siempre en los primeros 16 del mundo, pues aguantaba callada… pero no.
Por eso da coraje cuando van y hacen sus tonterías. Cuando uno los ve trotando en el campo como si estuvieran cortando flores. Cuando sacan un empate con una selección que NO-ES-RIVAL. Cuando no ganan a pesar de que sabemos que pueden hacerlo.
Cuando era chica mi mamá me decía: Si yo supiera que eres tonta ni te exigía, pero como sé que no, pues no quiero el 8, quiero el 10. Así es el truco. Así lo aprendí y así lo creo.
Hoy me gustó la Selección porque no se hizo menos (aunque eso no es novedad: Grande con los grandes, pequeño con los pequeños), pero sobre todo, porque CONCRETÓ y, simple, porque GANÓ. 
Porque tampoco me hubiera gustado si no se hace menos si muestra su nivel si se pone a tú por tú con un ex campeón del mundo... pero al final, “por circunstancias del juego”, sale sin el triunfo.  

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