julio 05, 2010

El día que el Internet superó a la ciencia médica

El sábado tenía cita con la doctora para que me hiciera el “eco” y por fin saber si debo tapizar de rosa con princesas o de azul con carritos el cuarto del engendro.
Resulta que cuando llegué, la secretaria había cometido un lamentable error y no me tenía apuntada. Con jeta y todo hicimos cita para el lunes (es importante destacar que las citas son a las 9 de la mañana y que yo, en todo mi plan de mujer embarazada con posibilidades, dejé mi trabajo matutino argumentando que necesitaba dormir más…. Entonces, la sola levantada ya es un punto en contra).
El lunes, de nuevo medio dormida y molesta (a mi me molesta despertarme, siempre. Alguna vez leí que no se puede esperar nada bueno de un día que comienza con tener que levantarse, y desde entonces es mi filosofía de vida) llegamos al consultorio, de nuevo con la renovada esperanza de saber el sexo del frijol.
Oh, sorpresa. Pues a la doctora le surgió una “complicación” en un parto y pues con la pena pero lo de saber nimiedades lo dejamos para otro día… “usted ponga fecha”, dijo con aquella desfachatez la secretaria.
Cómo pa’ qué, dije yo, si de cualquier forma me va a ver cuando quiera. Total que salimos y de despedida le dejamos a la secretaria el clásico, pero infalible: “Yo te llamo luego para reprogramar la cita” (tu no me llames, yo te voy a llamar).
Tras esos dos tropezones con la ciencia, me decidí por la opción a la que llegan todos los desesperados: el Internet.
En complicidad (por coincidencia) con Ana encontramos una serie de respuestas que sólo nos comprobaron que el Internet está, por mucho, más avanzado que la pobre ciencia médica.
En una página con sólo mi edad y la fecha de “preñez” me dijeron que era niña. Cero complicaciones, adiós ultrasonidos y tonterías de esas... además era cosa de los Mayas, y a mi me perdonan bastante, pero  los Mayas eran de todo, menos una bola de ignorantes.
En otra, que también se veía muy seria, decía que sólo tengo que tomar una pequeña muestra de orina y mezclarla con Drano. Así de simple. Con algo que uno tiene en su casa, sin necesidad de aparatos especiales ni nada… explicaba la sesuda página que, dependiendo del cambio del color en la misma, yo estaría esperando un varoncito, una niñita o una explosión... riesgos menores con tal de saber de qué color pintar las paredes, digo yo. (Ese lo dejé pendiente para un día menos nublado)
Y por último, pero no al final, encontramos la inescrutable y ya clásica prueba de la aguja colgando de un hilo rojo sobre la panza. Si hace ruedas es niña, si hace rayas es niño… aquí, además de que el método es fácil de encontrar en Internet, incluye también cuestiones de física, para aquellas personas quisquillosas. Internet y física? Ni quién mate ese par. La aguja con el hilo rojo hizo ruedas... niña será.
Dos de tres, es más de lo que cualquier apostador necesita para convencerse, y yo no soy ningún apostador y sí muy fácil de convencer (si no lo fuera no estuviera buscando saber el sexo de nada).
Así que, con tantas respuestas flotando por la red, no pienso, en absoluto, hacer ninguna cita con esa bola de charlatanes que sólo quieren quitarme mi dinero… aunque también pensé en la opción de ir, ya con los resultados de mis tres pruebas de Internet en la mano, y ahí, delante de todos los demás ingenuos que como yo han caído en sus garras, desenmascararlos y así evitar que sigan haciendo tanto mal.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Pos sí, a huevo que niña será porque aparted e las pruebas esas irrefutables onlain está la de la lógica: usté, como yo, parimos lo que somos, mija. Mujeres fuertes, decididas, emotivas, inteligentes y todo lo demás bueno-bueno que somos que paqué vamos a presumir si vivimos con ello diario. Por eso: prepárate.

Nomás te digo que si te sale como a mí, que me cae que sí, olvídate de lazos, barbies, princesas y volantes porque le van a quedar como a un santo dos pistolas (y Malverde no cuenta).

Se le quiere a usté y a su familia

ROSSY dijo...

JAJAJA no sabes como me he reido me encanta tu blog felicidades por tu frijolito

Anónimo dijo...

Lo más chingón de la prueba de la orina en el drano es que no había un consenso sobre de que color debía ser la orina para indicar cada sexo, así que era interpretable al 100% por lo tanto lo mismo puede ser drano que coca-cola o tequila.
La que más me gustó es en la que predecián el sexo del bebé Y si iba a ser niño o niña, jajaja.
besos lu.
alacrana