mayo 07, 2010

De la esquizofrenia y la reivindicación


Hace días, tuve una desafortunada incursión como blog invitado en un periódico regional. A mi favor puedo decir que el texto íntegro había sido escrito al garete como mero desahogo personal y cuando el encargado de la página de internet de dicho periódico me pidió autorización para usar mis piensos, ni siquiera le entendí para qué lo quería. Nomás dije sí. (moraleja: decir sí sin saber a qué puede producir humillaciones públicas. Se me ocurren como 200 ejemplos más de esto, pero no ahondaré en el tema... por ahora).
La cosa es que el asunto de mi texto de verdad era interesante. Mal planteado y fuera de contexto en ese blog, pero interesante. Por eso ahora que me dieron la oportunidad de escribir aquí decidí reivindicarme... o tratar, que al fin tampoco es que mi reputación tenga mucho que rescatar.
El escrito en cuestión era sobre la controvertida Ley SB1070, para los más coloquiales, la Ley de Arizona que implicaba detener a cualquiera con aspecto de inmigrante ilegal (que para ser más precisos ahora fue modificada a Ley HB2162, para prohibir el perfil racial en las detenciones y de paso hacerla aún más contradictoria).
Y es que de entrada ¿qué es "aspecto de inmigrante ilegal"?
O sea, ¿cómo distingues a un inmigrante legal, de un residente con antecedentes penales o de un descendiente de inmigrante legal?
Es como cuando fui a cambiar un IPOD porque no sonaba y la muchacha de atención a clientes se lo puso en el oído y me preguntó: 
- ¿Se le cayó?
Nop.
- Es que suena como si se le hubiera caído.
¿Cómo carajos suena un IPOD que se cayó, si además lo llevé justamente porque no sonaba nada? 
Si después de eso me dice que suena como si se cayó de una altura de 75 cm mientras sonaba una canción de Black Sabbath juro que le hubiera echado agua bendita (de esa que nunca me falta en mi bolso adornado con chaquiras). Sólo a esa mujer le podría creer que sabe distinguir a un inmigrante ilegal de uno legal. A nadie más.
Bueno, me desvié. 
El punto era que sobre esa Ley yo tenía un esquizofrénico debate. Una parte de mi (no sé determinar cuál parte exactamente) justifica el hecho de que ellos, los gringos, tengan todo el derecho de poner las reglas que se les antoje en su país. Que para eso es de ellos.
Si yo quiero que a mi casa sólo entren personas vestidas de azul, pues sólo esas van a entrar que es muy mi casa y yo la pagué (bueno, la tiene el infonavit, pero el punto es que las escrituras son mías). Si estoy o no en un error, o si los demás están o no de acuerdo, es otro boleto. Derecho a hacerlo, tengo. Y al que no le guste, pos que no vaya a mi casa.
Pero por otra parte está el asunto de la naturaleza de gringolandia. Un país formado y, en gran parte sostenido, por inmigrantes... legales y/o ilegales.
Un país que no tiene aborígenes porque los mataron a todos ( y luego hicieron Pocahontas para calmar su conciencia). Un país hecho con pedazos de todos los demás países. ¿Cómo se atreve un país así a poner ahora restricciones a lo que por años los ha mantenido con vida?
Son racistas, violadores de los derechos humanos, necios, intransigentes, soberbios y mil cosas más... pero entonces viene otra partecita de mi debate personal: Pero si ya sabemos cómo son, ¿pos a qué vamos??? 
Busquemos las soluciones ACÁ. Tratemos de generar, ACÁ, más fuentes de empleos. Usemos toda esa energía que ahorita gastamos en marchas de protestas por esa Ley, en marchas para que los jornaleros ACÁ sean mejor pagados, para que el gobierno ACÁ se ponga a hacer su jale, para que la gente ACÁ pueda aspirar a una mejor calidad de vida. Una vida decente, que tampoco nadie les garantiza que allá la van a conseguir.
El esfuerzo es el mismo. Yo no lo sé de cierto, pero supongo que cansa igual la pizca del algodón allá que aquí. Cansa igual limpiar una casa allá que acá. Cansa igual limpiar un jardín allá que aquí. Porque no nos hagamos, cuántos de los mexicanos que se van de ilegales tienen la posibilidad de poner un despacho de abogados, o armar una empresa de publicidad... no.
Si muchos de los inmigrantes ilegales terminan haciendo eso allá, por qué no pelear para que esas mismas cosas sean bien pagadas acá... ¿no? 
¿O que de plano será muy complicado?

1 comentario:

Carlos dijo...

Shingón, Carito, como siempre. Muchas felicidades.

Felicidades también por lo que, a mi parecer, es lo mejor que has hecho hasta ahora, jajaja, espero que sean llevaderos los 9 meses. Y eso de entrarle a los chayotes con singular alegría, también es novedoso en ti. Les vas aprendiendo a los compañeros de N.Lar.